Por el Profesor Jorge Ottati
Cuando estuve en Montevideo, para cubrir las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Brasil 2014, realicé una visita al Museo del Fútbol, donde me recibió su director, el Dr. Miguel Romano Alonzo, a quien le hice entrega de un cuadro de mi hijo Fernando con las retratos de Suárez, Cavani, Forlán y Abreu de la serie Copa América 2011, que formaron parte de la exposición realizada en Miami con la presencia de los cónsules de todos los países participantes.
El Museo del Fútbol Uruguayo, que encierra una magia muy especial, se encuentra ubicado en el mítico Estadio Centenario, llamado así por la celebración de los 100 años de la Jura de la Primera Constitución del Uruguay. Este escenario deportivo, inaugurado para la primera Copa del Mundo, es un símbolo de la cultura nacional, una maravilla para la ingeniería de su época y que fue construida en solo 9 meses. El primer encuentro que se disputó allí tuvo lugar el 18 de Julio de 1930, cuando Uruguay le ganó a Perú por 1 a 0, con gol de Héctor Castro.
En el Estadio Centenario, Uruguay se mantiene invicto luego de haber disputado 7 Copas América como local… ¡un verdadero récord mundial! El día 18 de diciembre de 1983, la FIFA le otorgó al Estadio Centenario la designación de “Monumento histórico al fútbol mundial”.
El Museo fue inaugurado el 15 de diciembre de 1975 y fue reinagurado el 7 de octubre del 2004, cuando entre otras obras de remodelación, se instaló un ascensor panorámico en la Torre de los Homenajes, que tiene 98 metros de altura. Es un emblema del Centenario, que se eleva majestuosamente sobre la Tribuna Olímpica. La Torre está construida en hormigón armado, al igual que el resto del Estadio; se distingue por su estilo Art Decó y observa en silencio el paso de la gloria y del tiempo.
El Museo ocupa una superficie de 3 mil metros cuadrados, dispuestos en dos plantas, ubicadas debajo de la Tribuna Olímpica del Estadio Centenario.
En su planta baja se realizan exposiciones temporales, eventos y homenajes, y cuenta con una sala auditorio para proyectar imágenes de la historia del fútbol uruguayo.
En la planta alta se encuentra la exposición permanente, donde se puede observar el mobiliario utilizado por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) en 1916, con motivo de la celebración del primer Campeonato Sudamericano de Selecciones; la gran puerta original de la anterior sede de la AUF; los zapatos, pelotas, camisetas, medallas y trofeos de las selecciones uruguayas campeonas de los Juegos Olímpicos de Colombes 1924 y Amsterdam 1928, del Mundial de Uruguay 1930 y el de Brasil 1950.
También se pueden apreciar objetos personales como medallas, trofeos, y fotos de varias leyendas celestes, tales como José Nasazzi y Obdulio Varela, los dos grandes capitanes de las selecciones campeonas mundiales.
Además, se encuentran grandes vitrinas con los 15 trofeos de la Copa América de Selecciones, la Copa del Mundialito de 1980 y los 7 trofeos ganados por las selecciones juveniles.
En una de las paredes del Museo se encuentra un gran mural de la colocación de la piedra fundamental del Estadio Centenario y el avance de las obras que permitieron finalizar, en tiempo récord, el coloso de cemento que albergó la primera Copa del Mundo, en 1930. Al observarlo, recordé al abuelo de mi esposa, llamado Juan Reperger, ingeniero húngaro, quien fue el encargado de la dirección de obras de la Tribuna Olímpica.
Este es un Museo que conserva, atesora y difunde la gloriosa historia del fútbol celeste, ya que solo puede contarla quien la tiene, y por sus lauros, Uruguay posee una muy rica tradición de triunfos y hazañas.