Desde finales de la década del cincuenta y en la de los sesenta, un jugador rompió con todos los moldes en el escenario futbolístico y cambió la historia de un país y de un pequeño club.  El Santos, el club ubicado en Vila Belmiro, con la presencia de Pelé, pasó rápidamente a ser uno de los mejores equipos del mundo y su delantera se convirtió en una de las más goleadoras de la historia de este deporte. La línea de ataque formada por Dorval, Mengalvio, Coutinho, Pelé y Pepe, se ganó  el apodo del “ballet blanco”, ya que prácticamente jugaban de memoria dando espectáculo en todas las canchas del mundo.

Muchos recuerdan lo ocurrido el 19 de noviembre de 1969, cuando a las 11 horas y 11 minutos de la noche, en su partido número 909, en el mítico Estadio de Maracaná, Pelé convirtió su gol número mil. El partido era válido por el Torneo Roberto Gomes Pedrosa, y a los 33 minutos del segundo tiempo el defensa de Vasco da Gama, René, cometió penal.  Se adelantó Pelé y con la pierna derecha definió al poste izquierdo del arquero argentino Andrada, que aunque fue hacia ese lugar no pudo contenerlo. Acto seguido, Pelé, vestido con una camiseta blanca con el número 1000, dio una vuelta olímpica, aplaudido por los 65 mil espectadores presentes. Finalmente ganó Santos por 2 a 1, pero el resultado fue una mera anécdota del récord conseguido por el “Rey”.

Los que muy pocos recuerdan fue el siguiente gol de Pelé: el 1001. Este lo anotó en la segunda edición de la Supercopa de Campeones Intercontinentales, en Montevideo. Este torneo fue ideado por los dirigentes de tres equipos que habían sido campeones de la Intercontinental: Peñarol, Santos y Racing de Avellaneda.
Los ganadores jugaron con los campeones europeos. Se llegaron a disputar nada más que dos ediciones: la de 1968, ganada por Santos, que jugó un partido con el Inter de Milán, en el Estadio San Siro. En esa oportunidad venció por 1 a 0 con gol de Toninho, luego de un tiro libre de Pelé que no pudo retener el portero Bordón.
En la edición de 1969, se unió a la zona sudamericana Estudiantes de la Plata, y el torneo fue ganado por Peñarol.
En el partido disputado en el Estadio Centenario, el 2 de diciembre de 1969, Peñarol venció a Santos por 2 a 1, con goles de Spencer y Onega, descontando Pelé en el arco de la Amsterdam (gol 1001) para Santos. La camiseta del famoso número 10 fue para el capitán aurinegro Néstor “Tito” Goncálvez.

Peñarol formó con Mazurkiewicz, Forlán, Figueroa, Matosas, Goncalvez, Caetano, Acuña, Rocha, Spencer, Onega y Losada, y su director técnico fue el brasileño Oswaldo Brandao. 
Santos lo hizo con Jair, Carlos Alberto, Ramos Delgado, Joel, Rildo, Clodoaldo, Negreiros, Manoel María, Luiz Carlos, Pelé y Edú, dirigidos por Antoninho. El árbitro fue el chileno Rafael Hormazábal y presenciaron el encuentro 63 mil aficionados.

Al final del partido, concurrí al vestuario de Santos para entrevistar a Pelé.  Me acuerdo que desfiló por todos los micrófonos de mis colegas y cuando fue mi turno le pregunté: “Pelé: ¿qué me puedes decir del gol 1001 que marcaste esta noche?, a lo que él sonrió, y con su don de gente y la rapidez que le caracterizaba me contestó: “Creí que como todos tus colegas, me ibas a preguntar por el gol 1000 que hice en Maracaná”, y comenzó a contarme lo que le había parecido esa nueva presentación en el Estadio Centenario, frente a un equipo tan laureado como Peñarol.
Pelé, un fenómeno como profesional y también como persona, al finalizar la entrevista me autografió un banderín de Santos que todavía conservo como un gran trofeo.

Banderin Ottati-Pele
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