El velero-escuela Capitán Miranda, emblemática embarcación de la Armada Uruguaya, arribó a la ciudad de Miami en su trigésimo primer viaje de instrucción. Fue construido en 1930 en la ciudad española de Cádiz, con el objetivo de ser un buque hidrográfico, y debe su nombre al Capitán de Navío Francisco Prudencio Miranda, un destacado hidrógrafo, historiador, investigador, escritor y marino uruguayo. Fue en el año 1977 que el Capitán Miranda pasó a ser velero-escuela, al convertirse el antiguo buque en una estilizada goleta de tres palos, que tiene en sus velas el sol del recordado y galardonado artista plástico Carlos Páez Vilaró. En esta oportunidad, el Capitán Miranda viaja con 80 tripulantes y realiza una travesía de 165 días en el mar, donde recorrerá 16 mil millas náuticas y visitará 19 puertos en 11 países, con 6 invitados extranjeros.
El Consulado de Uruguay en Miami, representado por sus autoridades María Lourdes Boné, Alicia Perrone y María Lucía Trucillo, organizó el lunes 29 de julio, el día de la llegada del “embajador de los mares” a Miami, un cóctel de bienvenida con la presencia de los Cónsules de España (Cándido Creis Estrada), Colombia (Pedro Agustín Valencia), Perú (Lucy Giovanna Camacho y Bertha López Malpartida) y Ecuador (Pamela Jalil García), entre otros destacados invitados del ámbito cultural y empresarial del sur de la Florida.
Un día más tarde, el público, mayoritariamente uruguayo, tuvo la oportunidad de recorrer la embarcación y conversar con los integrantes de la tripulación. En esta ocasión, el artista Fernando Ottati le entregó al Capitán de Navío Rodolfo Diego Grolero dos de sus creaciones: las caricaturas-retrato de los futbolistas Luis Suárez y Edinson Cavani, las cuales también se encuentran en exhibición permanente en el Museo del Fútbol del Estadio Centenario. Durante varios momentos del evento se escuchó el tradicional tronar de los tambores, ya que la tripulación hizo sonar las lonjas para el deleite de los compatriotas presentes, entre los cuales estaba el cantante Pablo Alejandro. Grolero resume el significado de este símbolo de Uruguay por el mundo: “Embajador itinerante de los mares, escuela de marinos de ley, universidad de lazos y amistad, barco de los soles, patrimonio uruguayo sin fronteras, goleta portadora de los sueños del marino y de esperanza de todos los uruguayos”.