Son realmente varias las interrogantes que un periodista deportivo puede hacerse luego de un partido de fútbol de las Eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo de Catar 2022. Luego de lo ocurrido anoche, en el Estadio Centenario de la ciudad de Montevideo, estas son solo algunas de las preguntas:
- ¿Es posible que el director técnico de la selección que más Copas América ha ganado en la historia se mantenga en su cargo luego de tres ediciones consecutivas (2015, 2016 y 2019) en las cuales no llega a estar ni siquiera en la etapa de semifinales?
- ¿Tiene sentido que ese mismo entrenador solamente convoque a jugadores que hayan participado de los procesos de selecciones juveniles que él coordina y excluya a aquellos que no lo hicieron, a pesar de estar ellos teniendo un excelente presente futbolístico?
- ¿Cómo es posible que una persona que tiene título oficial de maestro carezca de paciencia, que es una de las cualidades más importantes que caracteriza a las personas que se desempeñan en la educación?
- ¿Cómo se comprende que el técnico que siempre es elogiado por la prensa internacional debido a los extensos e informativos discursos que realiza en las conferencias de prensa de los torneos internacionales, sea el mismo que trata de mala forma a los periodistas de su país y utiliza frases tales como “no voy a hablar de los jugadores que no están, nunca hago análisis individuales de mis futbolistas, no le voy a contestar porque es la primera vez que lo veo aquí en el Complejo Celeste”?
- ¿Por qué quitó de su puesto al entrenador de la Selección Uruguaya que iba a dirigir en los Juegos Olímpicos del 2012 en Londres, viajó él en busca de la medalla dorada en condición de favorito, y a pesar de contar con Cavani, Suárez y Arévalo Ríos como refuerzos, no logró ni siquiera superar la fase de grupos?
- ¿Por qué se cuestiona siempre a los entrenadores de los equipos grandes de Uruguay (Peñarol y Nacional) cuando juegan mal y no obtienen títulos, pero no se juzga con la misma vara al D.T. de la Selección?
- ¿No han sido suficientes 15 años en el cargo para mejorar la proyección por las bandas, el trato de la pelota, la generación de juego en el mediocampo y la manera de hacerle llegar el balón a dos delanteros sensacionales como Luis Suárez y Edinson Cavani, a quienes los ha perjudicado el sistema que el entrenador emplea?
- ¿Por qué insiste el técnico en utilizar a jugadores que no tienen regularidad en sus clubes, en colocar a futbolistas fuera de sus posiciones habituales, y en mantener en su puesto a deportistas que, física y futbolísticamente, ya dejaron de ser lo que eran en el mejor momento de sus carreras?
- ¿Es el título ganado en el 2011, el único en este largo proceso, más importante que los conseguidos por Omar Borrás (1983), Roberto Fleitas (1987) y Héctor Núñez (1995), técnicos que también ganaron una Copa América y en procesos mucho más cortos?
- ¿Haber ordenado el proceso de selecciones nacionales, recuperado el prestigio internacional y logrado que el pueblo se identificara con el grupo de jugadores implica seguir atado durante una década y media a un entrenador que posee un estilo que ya no produce resultados positivos ni entusiasma con su propuesta futbolística?
- ¿Por qué cuesta reconocer que, al igual que en cualquier ámbito de la vida, todos los ciclos tienen un comienzo y un final, y el del maestro Óscar Washington Tabárez se extendió muchísimo más de la cuenta, cuando lo más sensato hubiera sido culminarlo en el Mundial del 2014, al cabo de ocho años?
- ¿Es tan difícil para las autoridades del fútbol uruguayo tomar la decisión de cambiar de entrenador y poder contemplar una propuesta de juego que le permita a la Selección jugar de otra manera, muy distinta a la actual, para poder volver a competir por títulos internacionales como lo exige la historia de una de las potencias del fútbol mundial?