Esta película está basada en la vida de Neil Bogart, productor musical quien fuera el fundador de la famosísima productora Casablanca Records. Uno de los hijos del productor, Timothy Bogart, la escribió y también la dirigió. Es conveniente recordar que el protagonista de este filme cambió su nombre varias veces en la vida real y admiraba a Humphrey Bogart y de ahí también viene el nombre de su productora, que recuerda a la legendaria película de 1942. Jeremy Jordan (conocido como el amigo de Supergirl en la serie de televisión de CW) interpreta a este productor musical quien fracasa numerosas veces hasta finalmente lograr el éxito al lanzar a cantantes como KISS, Donna Summer, Gladys Knight, Ron Isley, y Village People, entre otros.
La película es demasiado larga, ya que tiene 2 horas y 19 minutos de duración. Los amigos y compañeros de Bogart no tienen mucho diálogo en el argumento, aunque aparecen junto a él durante toda la película. Solo uno de ellos discute con Bogart en una escena, y del resto no supimos absolutamente nada, con la excepción que la hermana de su esposa era parte de ese grupo. Eso es muy raro, ya que el escritor y los productores eran sus familiares, pero sus diálogos y las caracterizaciones de estos personajes son prácticamente inexistentes.
La esposa de Bogart es interpretada en buena forma por la reconocida Michelle Monaghan y la amante de Bogart, quien también fue la mánager de KISS, por Lyndsy Fonseca, recordada por su participación en la serie televisiva Nikita. Ellas acompañan a Bogart en una vida donde las deudas millonarias se acumulan y la película nos muestra en un sobreimpreso gigante con números blancos cómo esos números crecían día tras día.
Los cantantes que saltaron a la fama junto con este productor musical son interpretados por verdaderos cantantes en la actualidad, y es por eso que vemos actuando y cantando a Jason Derulo, Ledisi, Wiz Khalifa, y Pink Sweat$, entre otros. El más gracioso de todos es Wiz Khalifa, quien interpreta a George Clinton, que lo único que pedía era una nave integaláctica, que el productor le construye y esa nave todavía existe hoy en día y está en exposición permanente en el museo Smithsonian de Washington.
Durante toda la película, el personaje principal le habla a alguien (al final sabremos a quién), y dice esta frase: “Cada parte de esto era verdad; incluso las partes que no lo eran”; es por ello que al ver la cinta nos surgen dudas acerca de la veracidad de los hechos, aunque sabemos que este tipo de películas solamente se basan en la vida real y muchos hechos y diálogos están alterados o exagerados.
La receta de la película es clásica y la observamos miles de veces: una persona que no tiene dinero, pero tiene ideas y sueños, que fracasa muchas veces, hasta que finalmente triunfa. Obviamente, las deudas que veíamos en esos números que aparecían en pantalla se reducen rápidamente hasta dar saldo positivo. Lamentablemente, lo positivo de la película es muy poco, ya que ni las caracterizaciones de los personajes, ni la trama, ni las canciones que escuchamos varias veces, se acercan a las originales, ya que son interpretadas por cantantes de la actualidad que están muy lejos de llegar a los registros musicales de esos artistas que triunfaron en todo el mundo.
Spinning Gold es el homenaje realizado por la familia Bogart a su padre Neil, un verdadero soñador que lo apostó absolutamente todo para alcanzar el éxito en la época de los discos de vinilo y la música disco.
Fotos cortesía de Hero Entertainment.