Por Fernando Ottati Reperger
Esta película comienza justamente donde terminó la trilogía, ya que al final de ese largometraje (War for the Planet of the Apes) muere el protagonista principal de la saga, el simio César. Luego de ver su funeral, aparecen en la pantalla unas letras en blanco que dicen: “Muchas generaciones depués” y ahí comienza la historia del Reino del planeta de los simios. En esta parte nos encontramos con tres jóvenes chimpancés: Noa, interpretado por Owen Teague (It, It 2), Soona, por Lydia Peckham (True Love), y Anaya, el mayor de los tres, interpretado por Travis Jeffery (Gallipoli). Ellos están buscando huevos de águilas, ya que su clan se ha especializado en criar a ese tipo de animales (las águilas inclusive cazan pescados para la tribu), y apreciamos la habilidad y agilidad de Noa para trepar en su intento por alcanzar un nido en la cima de una montaña. Por la noche, un incidente ocurre y el huevo de Noa se rompe; por ello él regresa a caballo bajo la oscuridad al mismo lugar para buscar otro huevo. Ahí es cuando por primera vez se topa con el malvado simio Sylva, interpretado por Eka Darvill, quien mata y extrañamente dice: “en honor a César” y allí comienza la aventura cuando los simios malos descubren la tribu de Noa, atacan a todo su pueblo y secuestran a los habitantes.
Noa tratará de liberar a sus amigos y en el camino se encuentra con un orangután, Raka, interpretado por Peter Macon, quien sabe muchas historias sobre las enseñanzas del famoso César. Noa no sabe nada de la historia de la raza humana, ni tampoco sabe que los seres humanos fueron la especie dominante. En el camino se topan con una humana, Mae, quien les tiene cierto temor. Mae es interpretada por Freya Allen (The Witcher), un personaje muy complejo que tiene una misión y un objetivo muy claro desde que la encuentran, mientras Noa trata de encontrar a su pueblo secuestrado por el villano de la película. Kevin Durand (Locke & Key) es el malvado Proximus César y es secundado por el despiadado Sylva. El objetivo de este villano es acumular objetos y tecnología creados por los humanos para continuar con su reinado, pero para hacerlo retuerce las enseñanzas de César a su antojo para convencer en sus discursos a su ejército de simios. También cuenta con el reconocido William H. Macy (Fargo), un humano al que Proximus César tiene cautivo para que lea libros y le enseñe todo lo que sepa sobre la especie humana.
La película fue dirigida por Wes Ball, el mismo director de la trilogía de Maze Runner y fue rodada en Australia, en Nueva Gales del Sur. Los efectos especiales son realmente excelentes y para lograrlos usaron la misma tecnología de captura de movimiento de las películas anteriores, a tal punto que nos olvidamos que son simios, y se aprecian en muchas escenas las expresiones y las emociones en los rostros de los personajes. El supervisor de efectos visuales es Erik Winquist, quien trabajó en la tres películas anteriores del Planeta de los simios y en Doctor Strange en el multiverso de la locura. También filmaron usando Volumen, una tecnología que consiste en filmar a los actores frente a unas pantallas gigantes LED de alta definición que muestran fondos creados por computadora y también con la empresa de efectos visuales Weta FX con la misma tecnología de Avatar: el sentido del agua. Con el paso del tiempo, las ciudades ya están cubierta por vegetación, los edificios ya no tienen vidrios y la naturaleza se apoderó de las construcciones de los hombres. En el caso del villano, vive en un antiguo crucero, mientras que el clan de Noa lo hace en chozas de varios pisos pegadas a los árboles.
La primera película de la nueva saga del Planeta de los simios fue Rise, dirigida por Rupert Wyatt y recaudó 480 millones de dólares; en las siguientes dos, Dawn y War, el director fue Matt Reeves y recaudaron 710 y 490 millones respectivamente. La historia original comienza cuando un virus creado por el hombre se propaga y comienza a afectar a los humanos; primero pierden el habla y luego se tornan en seres primitivos, mientras que a la vez los simios comienzan a ser inteligentes y a hablar.
Este tipo de películas del verano es muy recomendable disfrutarlas con la tecnología IMAX, con sonido e imagen de la más alta calidad, ya que allí uno puede verse inmerso en este mundo increíble del reino de los simios, en las 2 horas y 25 minutos que dura el filme. Esta es una gran película, con un guion muy interesante, que no supera en originalidad a la primera (Rise of the Planet of the Apes), pero nos permite adentrarnos en nuevos conceptos del mundo dominado por los simios. En este filme, también veremos qué fue lo que sucedió con el resto de los humanos, ya que en el caso de Mae, a ella no la afecta el virus. Esta saga inicialmente nos presentó a César en su trilogía y ahora, muchas generaciones después, nos presenta a Noa y a Mae, simios y humanos, y si esta película es exitosa en la taquilla, como promete serlo, veremos en próximas entregas si los humanos pueden en un futuro volver a ser la especie dominante del planeta Tierra.
Fotos cortesía de 20th Century Fox