Por Fernando Ottati

Mean Girls es el nombre de la película de culto del 2004 protagonizada por Lindsey Lohan, Rachel McAdams, Lacey Chabert y Amanda Seyfried. Ese filme nos muestra a Cady, una joven estadounidense que había vivido en África y que regresaba con su familia a los Estados Unidos. Ella ingresa a la escuela secundaria llamada North Shore High School, donde conoce a dos compañeros que la aconsejan y a las chicas más populares, ‘las plásticas’, lideradas por la malvada Regina. Cady se une al grupo de Regina y allí comienzan muchísimos problemas que hacen parte de la trama de esta aventura para adolescentes. Tina Fey interpreta a la profesora de matemáticas y Tim Meadows es el director de la escuela secundaria.

Veinte años después se estrena otra película titulada con el mismo nombre: Mean Girls. La diferencia entre esta versión y la original es que esta nueva superproducción de Hollywood es un musical (basado en el que triunfó en Broadway), que es políticamente correcta e inclusiva, y que incorpora elementos actuales como los teléfonos inteligentes y las redes sociales. En cuanto a la trama, es exactamente igual a la anterior película, con las mismas bromas e idéntico guión. Hay leves cambios en la trama, pero son mínimos y ahí radica el primer problema. Dos actores repiten, Fey y Meadows, en sus mismos roles y también hay un breve cameo de una de las personajes de la película original. Es tan idéntica a la cinta del 2004 que ni siquiera le cambiaron el nombre. La pregunta que surge es: ¿Era necesaria esta película? ¿Es tan anticuada la anterior para que los jóvenes de hoy en día se sientan excluídos porque no aparecen las redes sociales? Y la respuesta es que no; no era necesario hacer una nueva película con exactamente la misma trama y las mismas escenas graciosas. Hace muy poco tiempo, hicieron una serie de comerciales de Walmart donde aparecían Lohan, Chabert y Seyfried, que resultaron mucho más graciosos que este largometraje de 2 horas de duración.

En este caso, ‘las plásticas’ son Reneé Rapp (con experiencia en el musical Mean Girls), Avantika (Spin) y Bebe Wood (Crushed). En esta versión, se les ha cambiado la raza a los personajes; Rapp es blanca, Aventika es asíática y Wood es blanca, pero en momentos de la película hace referencia a su “abuelito”, por lo que la considerarían hispana. La otra chica blanca es la que viene de Kenia, Cady, que está personificada por Augourie Rice (Spider-Man: Homecoming) y los dos compañeros que aconsejan a Cady también tienen una raza diferente a la del año 2004. En esta ‘nueva trama’ también aparece el libro “Burn Book”, donde ‘las plásticas’ colocan fotos de los compañeros de la escuela y comentarios de mal gusto sobre cada uno de ellos. Otro dato interesante es que la crueldad de Regina (Rapp) fue suavizada, quizá para ser “políticamente correctos”, este personaje no hiere tanto con lo que dice para que la gente en las redes sociales no “cancele’ la película y no ofender a ningún grupo en particular. Es tal el cambio, que a veces sentimos lástima de ella, por la maldad y mentiras de Cady. Otro cambio de la película, para identificarse con otro espectro de la sociedad, es que los escritores decidieron eliminar al padre de Cady, y su madre, interpretada por Jenna Fischer (The Office) aparece como una madre soltera.

Muchas personas que concurren a las salas cinematográficas a ver esta ‘remake ‘se ven sorprendidas de que se trata de un musical, ya que en los avances de esta película no se menciona ese hecho, y han ocurrido casos donde los concurrentes, muy molestos, abandonan las salas. ¿Por qué no mencionaron en los avances que esto era un musical? Quizá sabían que no a todas las personas les gustan los musicales. La última canción de la película es también una copia de la escena inicial de “La la land”, donde no hay cortes de cámara y en una sola toma la actriz canta mientras recorre varios salones de su escuela secundaria.

Sin duda, esta película no era necesaria ya que las imágenes y escenas con los celulares son pocas en realidad; sabiendo que existen hoy en día tantas plataformas de redes sociales, tampoco utilizaron este recurso los escritores. En definitiva, no había necesidad de realizar esta película, ya que la del 2004 no se desactualizó tanto y realmente es mucho más disfrutable que esta comedia/musical donde ninguna canción es memorable.

Fotos cortesía de Paramount Pictures.