Diego Costa, quien cuenta con doble nacionalidad, es el tema del día en cualquier crónica deportiva española y por lejos ha comenzado a superar las dudas que se le presentan a Vicente Del Bosque en el arco entre Casillas y Valdés.
“Ya tenemos una lista y daremos los hombres más idóneos para los partidos”, dijo hace unas semanas Del Bosque. “Lo de Diego Costa es una decisión deportiva y está en proceso. Los requisitos los tiene. Si le convocamos casi nos obligamos de que vaya al Mundial; tengo que tener una seguridad también. Todavía está en remojo. Está jugando bien y es uno de los responsables del buen momento del Atlético de Madrid, sin ninguna duda”.
Es que Diego Costa, el brasileño de 25 años del Atlético de Madrid que es goleador del torneo español, ha acaparado los reflectores al manifestar abiertamente que no quiere participar en la Selección Brasileña y que le gustaría jugar por España.
Esto ha generado todo tipo de declaraciones, en especial del técnico Luis Felipe Scolari, quien poco más lo ha tildado de traidor y que pretende se le quite la nacionalidad brasileña. Scolari ha convocado a Robinho para los partidos de Brasil ante Honduras y Chile de noviembre en Estados Unidos y Canadá. El jugador del Milan no entraba en una convocatoria de Brasil desde setiembre del 2011 para un amistoso con Ghana.
Del Bosque, por su parte, todavía mantiene reservas con respecto a la convocatoria del brasileño Costa para los partidos de noviembre ante Angola y contra Sudáfrica en el Soccer City de Johannesburgo, el estadio en el que España, el 11 de julio del 2010, se proclamó Campeón del Mundo. En España han aparecido varios exfutbolistas que han mostrado su descontento en que “la roja” tenga a un jugador a quien se le considera conflictivo. Además, muchos piensan que Scolari quiere hacer del “caso Costa” un motivo de rechazo en Brasil para generar un ambiente en contra de la Selección de España para el próximo Mundial.
Personalmente, pienso que Diego Costa se equivoca, ya que la disputa por el puesto de 9 en Brasil es más fácil que en España donde son muchos los jugadores que dispone Del Bosque.
En Brasil tendría que luchar con Fred, de buena Copa Confederaciones, con Jo, quien todavía no ha conformado y con Hulk, quien es un todoterreno. Sin embargo, en “la roja” están por delante suyo Torres, Negredo, Villa, Llorente, Soldado, Michu, hombres de confianza del técnico a quienes sería muy difícil quitarles el puesto. Y el otro tema pendiente es que en la mayor parte de los encuentros España ha jugado con falso 9, y ese lugar lo ha ocupado con muy buen suceso Cesc Fabregas. Costa no es un ‘9’ puro, pero tiene desmarque, va bien por las bandas, desequilibra a sus rivales, busca las espaldas de los defensas y tiene mucho gol. Esas condiciones y su facilidad para llegar al arco rival son su mejor carta de presentación.
“No quiero convencer a nadie ni ser refractario a las críticas, pero poder contar con él es aprovecharse de un fenómeno que no se da con frecuencia en el mundo actual. Nos sentimos obligados con su elección, pero eso no significa un crédito infinito”, expresó recientemente Del Bosque.
Diego Costa, con su polémica decision, se ha convertido en el tema más comentado en la prensa mundial, en un partido que han comenzado a jugar con mucha anticipación el campeón reinante, España, y el pentacampeón, Brasil.