Por el Profesor Jorge Ottati

Al visitar la capital de España, uno de los puntos que se debe conocer, porque allí se respira gloria, es el Museo del Real Madrid, ubicado en el Estadio Santiago Bernabéu, en el Paseo de la Castellana, una de las avenidas más importantes de Madrid.  El museo merengue es uno de los más visitados de la ciudad, solo superado por el Museo del Prado y el Museo Reina Sofía. Y allí estuvimos, donde juega el mejor club europeo del siglo XX, uno de los lugares más preciados del fútbol mundial.

Meses antes de nuestra llegada, nos contactamos desde Miami con el Director del Museo, Rubén Rueda; luego se comunicó con nosotros Marta Santisteban López, Jefa del Departamento de Prensa del Real Madrid, para confirmar día y hora de nuestro arribo al Estadio para recibirnos y brindarnos el tur.

Al acercarnos al Estadio Santiago Bernabéu, por la amplia avenida pudimos ver estacionados frente al coloso de cemento, que tiene capacidad para 80 mil espectadores, gran cantidad de autobuses con cientos de turistas que no querían perderse la oportunidad de conocer la intimidad de uno de los equipos más grandes de Europa.

El club cumplió en marzo del año pasado 110 gloriosos años de una historia repleta de éxitos y, como dato anecdótico, podemos mencionar que el Museo culminó el año 2012 con una cifra récord de visitantes: ¡850 mil!

Visitar el lugar significa adentrarse en un largo recorrido por la historia blanca, desde su fundación el 6 de marzo de 1902 pasando por las distintas salas repletas con más de 200 trofeos, comenzando con la primera Copa España, ganada en 1905, hasta el trofeo de la última Liga, conquistada en el 2012.

En el comienzo del tur, que está perfectamente señalizado, se recorren varias de las enormes y empinadas tribunas del estadio, ideales para tomar panorámicas de un campo de juego histórico que fue testigo de grandes proezas realizadas por los mejores futbolistas de todos los tiempos.

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Al ingresar al recinto blanco, uno se topa con una enorme fotografía de un ícono de los merengues, Alfredo Di Stéfano, el actual presidente honorario y un símbolo para todas las generaciones de futbolistas.  A ese gran jugador tuve la oportunidad de observarlo en directo en 1960, cuando yo era un niño. Fue en el Estadio Centenario de Montevideo, cuando por la Copa Intercontinental empataron merengues y aurinegros 0 a 0.

Ahora, frente a la imagen del legendario Di Stéfano me tomé una foto para el mejor recuerdo. En otro sector, dos enormes esculturas recrean el momento más importante del Real Madrid: cuando Alfredo Di Stéfano firma su contrato en el despacho de Don Santiago Bernabéu, figura emblemática del madridismo, quien fuera jugador y entrenador, y luego presidente del club durante 35 años.

Presente y futuro se unen dentro de las paredes del impecable y luminoso Museo Blanco, donde está todo perfectamente presentado. El club con mejor palmarés del viejo continente exhibe en un lugar preferencial sus 9 Copas de Europa, que presiden la sala central y es lo primero que uno observa al ingresar.

Otro de los principales atractivos es ver las 32 Ligas ganadas por el Real Madrid, con grandes protagonistas como Di Stéfano, Puskas, Rial, Santamaría, Gento, pasando por la Quinta del Buitre, el Madrid de los Galácticos hasta llegar al presente con Sergio Ramos, Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo, pilares del actual plantel de fútbol.

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Es empaparse de historia, observar detenidamente las paredes con las fotos e información de todos los futbolistas del mundo que han vestido la camiseta del Real Madrid. Entre todos ellos, ubicamos rápidamente a nuestros compatriotas: José Emilio Santamaría, Julio César Britos, Pablo García, Carlos Diogo, Héctor Omar Ramos, Juan Alberto Acosta y Sergio Rodríguez, los siete uruguayos que tuvieron el honor de jugar en el Madrid.

Todos quienes visiten el Museo podrán observar camisetas y calzados de los principales jugadores del actual plantel, entre los que se distinguen los distintos modelos, con llamativos colores, usados por Cristiano Ronaldo.

También se encuentra allí una maqueta de la remodelación que tendrá el Santiago Bernabéu, donde se pretende tener un estadio cubierto e incrementar su aforo. La inversión prevista por la entidad blanca es de 200 millones de euros.

Al salir del Museo, seguimos nuestro recorrido hacia la tribuna principal, donde se encuentra el palco de autoridades; luego pasamos a la amplia sala de conferencias de prensa, donde al finalizar los partidos los periodistas le hacen preguntas al técnico y al jugador designado; entramos al vestuario visitante y luego salimos por la larga escalera que recorren los equipos para llegar a la cancha donde se encuentran los clásicos banquillos azules con cómodas butacas que ocupan el técnico y los jugadores suplentes. Es un verdadero placer para todos aquellos que hemos sido futbolistas poder pisar el césped de un lugar con tanta historia.

Antiguamente el estadio era conocido como Chamartín, por el barrio donde se encuentra emplazado el mismo. En ese mismo escenario, Peñarol tuvo la fortuna de jugar dos Copas Intercontinentales: en 1960 y 1966. La primera fue ganada por los merengues, mientras que en la de 1966, con goles de Pedro Rocha y Alberto Spencer, el triunfo fue para Peñarol y la copa se fue para Sudamérica.

El Tour Bernabéu termina en la inmensa tienda deportiva del Madrid, que consta de tres plantas con una superficie de 1500 metros cuadrados, donde se encuentra todo tipo de artículos deportivos. Allí los visitantes pueden comprar el equipamiento oficial del primer equipo del club con los nombres y números de los jugadores, así como camisetas, bufandas, balones, banderas, camperas, gorros, toallas, zapatos, y todo lo relacionado con el mundo del fútbol madridista. Los seguidores más fanáticos del Real Madrid personalizan sus nombres en las camisetas para lucirlas con orgullo por todos los estadios del mundo.

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