Desde un pequeño piso en Córdoba hasta uno de los centros comerciales más emblemáticos de Estados Unidos. Así podría resumirse la historia de Silbon, la firma española que, 16 años después de su nacimiento, inaugura su primera tienda en suelo estadounidense, en el icónico Aventura Mall. Un paso estratégico que marca un antes y un después para la marca y consolida su ambición internacional sin renunciar a la esencia que la vio nacer. En esta entrevista, sus fundadores Pablo López y Juan Jurado reflexionan sobre los orígenes de la marca, su filosofía, la expansión internacional y la visión de futuro, manteniendo intacta la esencia que los ha acompañado desde el primer día.

Silbon nace en Córdoba, en un piso pequeñito, con una inversión de solo 3000 euros”, recuerda López, cofundador de la firma. “Empezamos reinvirtiendo todo el capital, con mucho esfuerzo y poco a poco fuimos creciendo”. Ese crecimiento orgánico llevó primero a la apertura de una tienda física en su ciudad natal y, más tarde, a una expansión progresiva por España y Europa.

Hoy, Silbon no solo viste al hombre elegante, su primer gran pilar, sino que ha ampliado su universo a mujeres, niños e incluso mascotas. “Queríamos que en la primera tienda de Estados Unidos se entendiera que Silbon es una marca de familia”, explica López. Una filosofía que se refleja también en su propuesta estética: prendas clásicas, actualizadas y pensadas para un hombre contemporáneo que valora la elegancia sin rigidez. “Nuestra prenda icónica es la americana: es un hombre relajado, clásico, pero actual”.

La elección de Miami no es casual. La ciudad representa un cruce natural entre Europa, Latinoamérica y Estados Unidos, un mercado clave para el futuro de la marca. “Nuestro cliente extranjero más frecuente en Europa es el latinoamericano, y eso hacía que Miami fuera un lugar ideal para empezar”, señala López. A ello se suma el atractivo del Aventura Mall, recientemente votado como el mejor centro comercial del país, gracias a su amplia selección de más de 300 tiendas, su variada oferta gastronómica, importantes marcas de lujo y colecciones de arte únicas.

Este es solo el primer paso. Silbon ya proyecta su expansión por Latinoamérica a partir del 2026, con aperturas previstas en Honduras, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Chile y Perú, y planes para Argentina, Uruguay y Brasil en el 2027. “Esta tienda es la primera piedra en Estados Unidos; la idea es ir llegando poco a poco a más puntos del país”, afirma Jurado.

Más allá del crecimiento comercial, Silbon ha construido su identidad sobre valores sólidos. “Silbon es una marca elegante y honesta, con una excelente relación calidad-precio, pero sobre todo una marca con valores”, define López. Educación, respeto, coherencia y cuidado del entorno forman parte de su ADN. Ese compromiso se materializa en iniciativas de responsabilidad social y sostenibilidad, como Silbon Second Life, un proyecto pionero en el sector. “Somos la única marca que permite al cliente devolver una prenda usada, recibir un saldo y darle una segunda vida a esa pieza”. Es una apuesta clara por la moda circular y por un consumo más consciente. “Los armarios están llenos; no hace falta más ropa en el mundo. El futuro de la moda será con menos consumo y más responsabilidad”.

El vínculo de Silbon con el deporte ha sido constante a lo largo de su trayectoria, tanto desde una perspectiva estética como social. Han colaborado con clubes de fútbol de primer nivel como el Athletic Club de Bilbao, el Betis, la Real Sociedad y el Córdoba CF, además de vestir a equipos y periodistas deportivos en sus viajes oficiales. A este compromiso se suman proyectos solidarios como la colaboración con la Fundación Rafa Nadal, centrada en la inclusión social y el desarrollo de jóvenes a través del deporte. En el ámbito del tenis profesional, Silbon cuenta con Fernando Verdasco como embajador de su nueva línea de zapatillas Iconic, reforzando así su posicionamiento deportivo y contemporáneo. La firma también apoya iniciativas vinculadas al deporte en silla de ruedas.

El carácter deportivo de Silbon se refleja de manera clara en su logotipo, con las ya icónicas raquetas cruzadas. “Fue algo totalmente casual”, recuerda Jurado, socio de la firma. “Añadimos unas raquetas a unos polos por una eliminatoria de la Copa Davis en Córdoba y, de repente, todo el mundo los quería”. Desde el 2012, ese símbolo forma parte inseparable de la identidad de la marca y conecta directamente con la trayectoria personal de Jurado. Antes de incorporarse al proyecto empresarial, él fue tenista profesional, llegó a situarse entre los primeros mil jugadores del ranking mundial y compitió en torneos internacionales, incluidos eventos disputados en Miami, una ciudad que hoy vuelve a cruzarse en su camino, esta vez desde el ámbito empresarial.

En un contexto donde la moda masculina vuelve a reivindicar la elegancia como forma de diferenciación, Silbon defiende un estilo clásico y contemporáneo. “Hoy vestir bien vuelve a ser una ventaja”, afirma López. Aunque las sudaderas (suéters) y las camisetas lideran las ventas en volumen, la americana (saco de vestir) continúa siendo el gran emblema de la firma, mientras que la camisa es la prenda que mayor facturación genera. Para López, la visión de la moda es clara y directa: “La moda son tres palabras: es ropa, gestión e ilusión”. Una filosofía que explica por qué Silbon ha sabido evolucionar, adaptarse y crecer sin perder coherencia.

La expansión en Estados Unidos y Latinoamérica representa un punto de inflexión para la compañía. “Son mercados enormes que pueden transformar por completo la marca”, reconoce López, siempre desde una visión responsable. “Asumimos riesgos, pero con mucha prudencia, respeto y fidelidad a lo que Silbon representa”.

Con la apertura de la tienda en Miami, Silbon inicia una etapa decisiva: cruzar el Atlántico llevando consigo no solo moda, sino una forma de entender la elegancia, los valores y la ilusión como motor de crecimiento.