Con la llegada de diciembre, el aroma del panettone se vuelve protagonista en las mesas de Italia y en muchos países donde la inmigración italiana ha dejado su huella, como Perú, Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela. Este dulce tradicional no solo es un postre, sino un símbolo de reunión familiar, de celebraciones compartidas y de la preservación de técnicas y sabores que atraviesan generaciones. Cada panettone cuenta una historia de paciencia, dedicación y pasión por la repostería, valores que se mantienen vivos gracias a maestros y artesanos que cuidan cada detalle de su elaboración.

El pasado martes 28 de octubre, la Escuela Chaplin de Hotelería y Gestión del Turismo de Florida International University, ubicada en North Miami, fue escenario de la demostración de panettone de Molino Dalla Giovanna, organizada por Love to Italy Academy LLC, institución dedicada a promover la excelencia de la cocina italiana a través de masterclasses, cursos y programas de formación dirigidos a profesionales del sector. La academia se enfoca en preservar la autenticidad de las recetas tradicionales y en difundir la cultura del uso de ingredientes de alta calidad, conectando a chefs y estudiantes con la historia y la técnica detrás de los productos más destacados de Italia.
El evento se inició con la bienvenida de Riccardo Binelli, gerente de exportaciones de Molino Dalla Giovanna, empresa ubicada en Plasencia, en la región de Emilia-Romaña. A continuación, Andrea Wood Garwood, cofundadora de Love to Italy Academy LLC, destacó la importancia de ofrecer oportunidades educativas que permitan conocer la auténtica cocina italiana.
Los asistentes, entre ellos chefs y estudiantes de FIU, disfrutaron de un video y presentación sobre Molino Dalla Giovanna, que resaltó sus procesos de lavado de trigo, certificaciones, variedades de trigo y harinas 100 por ciento naturales, así como la dedicación de su equipo y de todos quienes forman parte de la empresa, la cual fue fundada en 1832. Durante la demostración se mostraron distintos tipos de harina como la harina para panettone y harina para pastafrolla, así como productos especiales como PH 4 BalancePower, una levadura natural inactiva que facilita el uso de masa madre y aporta sabor y aroma al panettone, y e-life, un aditivo natural que favorece el leudado de bizcochos.
El reconocido chef Luca Rubicondo, asesor de Molino Dalla Giovanna y propietario de Rubicondo Pasticceri en la provincia de Ravena, lideró la demostración. Especializado en panettones desde hace diez años, compartió secretos de su elaboración, como la importancia de esperar al menos una semana antes de consumir un panettone recién hecho y el papel fundamental del agua en su preparación. Rubicondo señaló que la industria del panettone está en expansión. Binelli añadió que en las décadas de 1980 y 1990 los italianos compraban panettones industriales, pero hoy prefieren las versiones artesanales, más costosas pero húmedas y sabrosas, que decoran las mesas navideñas y se regalan a familiares y amigos. Gracias a las redes sociales, cada vez más personas fuera de Italia buscan este estilo de panettone.

Asistido por los estudiantes de FIU Laura Mogollon y Julián Laviña, Rubicondo elaboró 18 panettones de 500 gramos, explicando paso a paso el proceso de preparación. Entre las preguntas del público, destacó la curiosidad sobre la variedad más original que había creado, a lo que el chef respondió que se trataba de un panettone de sambayón, el cual es un dulce elaborado con yemas, azúcar y vino dulce, típicamente Marsala.
Además, el chef preparó sbrisolone, tartitas tradicionales de Mantua rellenas de albaricoque y crema pastelera, conocidas en Italia como merendine, así como los maritozzi, panes brioche rellenos de crema pastelera y cubiertos con crema chantillí, típicos de Roma. Gracias a las cámaras del salón culinario de FIU, los asistentes pudieron seguir en tiempo real cada preparación.
El evento contó también con la presencia de Alessandro Sofroni, fundador y CEO de Love to Italy Academy LLC, Tomás Menéndez, supervisor de los laboratorios culinarios de FIU Hospitality, y John Noble Masi, profesor y líder culinario de FIU. Entre las sorpresas, uno de los asistentes interpretó a cappella la tradicional canción napolitana ‘O Sole Mio’.
Después de ocho horas de aprendizaje, práctica, degustación y preguntas, los participantes se llevaron mucho más que recetas, consejos e información sobre harinas y productos de alta calidad. Se llevaron la experiencia de un arte que une tradición, paciencia y sabor, con la certeza de que cada panettone es mucho más que un postre. La demostración en FIU recordó que estos productos no solo conectan a las personas con sus raíces italianas, sino que también crean puentes culturales que permiten compartir la historia y la dedicación detrás de cada bocado.
















