Por Fernando Ottati

La película nos narra la vida del famoso boxeador George Foreman, a quien muchos jóvenes recuerdan por las publicidades de sus grills que aparecían por televisión en infomerciales. La emocionante película, dirigida por George Tillman Jr., se divide en tres períodos: en el primero se muestra en forma breve su carenciada niñez, en la cual el alto y corpulento George (interpretado por Austin David Jones) sufre los estragos de la pobreza. Luego, ya más con más edad, los dos períodos restantes son interpretados por Khris David (Space Jam: A new legacy) y ahí vemos sus comienzos en el mundo del boxeo y sus años después del retiro, cuando ya calvo, el protagonista comienza a predicar y se adentra en las palabras de Dios hasta que una razón muy importante lo obliga a volver a los cuadriláteros.

En el período de sus comienzos como boxeador, la película nos presenta al reconocido Forest Whitaker como Doc Broadus, quien interpreta a una figura paterna, ya que nunca supimos que pasó con el padre de George, quien no estuvo presente en su infancia. Broadus le enseña todo lo que sabe sobre el deporte del boxeo. Con su físico, su fuerza y su habilidad mental, el joven George comienza a ganar peleas, una tras otra, hasta llegar rápidamente a los Juegos Olímpicos de 1968 para luchar por una medalla de oro que finalmente obtiene.

Luego, la película nos sigue emocionando a medida que vemos sus peleas como profesional, su impresionante victoria contra Joe Frazier donde se consagra como campeón de los pesos pesados, hasta llegar al combate de 1974 contra Muhammad Ali, interpretado de gran manera por Sullivan Jones, donde Foreman es sorpresivamente derrotado en el continente africano.

Las mujeres son parte importante de la vida de Foreman, no solo su madre y sus hermanas, sino sus dos esposas (tuvo 5 en total, pero la película se centra en las primeras dos, interpretadas en muy buena forma por Shein Mompremier y por Jasmine Matthews). Todos sus hijos se llaman George y su única hija, Georgetta. Su idea es que si llaman a uno, llaman a todos; y si uno tiene problemas, todos los tienen.

Es interesante ver cómo la película nos narra los eventos eligiendo intérpretes que se parecen físicamente a los personajes de la vida real y no se alejan totalmente, como sí lo hicieron recientemente en la película Air. Incluso, una vez que termina el filme, nos muestran fotos de los actores junto a los personajes originales, lo que nos permite compararlos y comprobar sus parecidos.

Esta es una gran película que genera emoción a raudales y que tiene varias partes dramáticas: la relación de Foreman con Dios (desde pequeño, cuando su madre hacía la oración antes de comer a George le molestaba, pero de todas formas participaba con sus ojos abiertos) y la clásica historia de hacer lo imposible, que es volver a pelear profesionalmente con la ilusión de ser nuevamente campeón del mundo.