Por Fernando Ottati
Casi 5000 años después de haber sido dotado de increíbles poderes por antiguos hechiceros, Black Adam es liberado por error de su tumba y allí se desata su peculiar forma de justicia en el mundo moderno. Dwayne Johnson interpreta a Black Adam, en la primera película que explora la historia de este personaje de DC, muy vinculado a Shazam.
“The Rock” protagoniza junto a Aldis Hodge (Hidden Figures) como Hawkman; Noah Centineo (To all the boys) como Atom Smasher; Quintessa Swindell (Voyagers) como Cyclone; Sarah Shahi (Bullet to the Head) como Adrianna y Pierce Brosnan (James Bond) como Dr. Fate. El director elegido para la película fue el español Jaume Collet-Serra, quien ya había dirigido a The Rock in Jungle Cruise.
En los cómics, Black Adam es un villano, y en la película este personaje se dedica a matar a todas las personas que se le cruzan por el camino y es por ello que la película se convierte en un festival de violencia, explosiones, con muchísima destrucción y todo sin mucho sentido. Para contener la furia de este ser maligno, Amanda Waller (Viola Davis) solicita la ayuda de la Justice Society of America, liderada por Hawkman. Este personaje trae a su mansión al Dr. Fate, junto a los novatos Atom Smasher y Cyclone. Es conveniente recordar que para esta película, a diferencia de los cómics, Hawkman y Cyclone son personajes de raza negra. Cuando estos héroes tratan de contener a Black Adam hay muchos efectos especiales y la película continúa con peleas y destrucción. En algunos momentos se observa que hay peleas entre personajes que vuelan y allí se nota claramente la presencia del CGI, efectos especiales creados por computadora, lo que asemeja a estar viendo un videojuego.
En medio de la interminable destrucción y las luchas, aparece una corona y una familia de la ciudad donde todo ocurre y con quien Black Adam tiene cierta conexión, a los que sin mucho esfuerzo trata de salvar con su forma de proteger que es matando a todos los que estén cerca. En la película queda claro que Black Adam no es un héroe, no intenta serlo, y no es para nada una buena persona. El niño que aparece en la cinta le enseña a Black Adam a decirle frases a sus enemigos antes de aniquilarlos, pero esto no resulta gracioso. También los héroes le enseñan que es conveniente interrogar a los malvados para obtener información, pero a Black Adam nada le importa y siempre los termina asesinando. Las motivaciones del personaje no son claras. Durante toda la película no sabemos qué es lo que realmente quiere este personaje, pero sabemos que le gusta destruir y disfruta electrocutando personas.
La conexión de este personaje con el de Shazam es ignorada por completo (algo que no ocurre en los cómics ya que Black Adam es el antagonista del superhéroe), pero sabemos que para que el personaje cobre poderes tiene que decir la palabra Shazam y que el traje de Black Adam tiene hasta la misma insignia en el pecho. The Rock logró finalmente hacer esta película, luego de muchos años de intentarlo, para tratar de salvar al universo de DC, que lamentablemente con esta entrega sigue generando películas malas.