En el año 1916, las asociaciones de fútbol de Argentina, Uruguay, Brasil y Chile se unieron para organizar el primer evento de selecciones que tendría como sede la ciudad de Buenos Aires.
Para el dirigente uruguayo Héctor Rivadavia Gómez, también periodista y político, fue la gran ocasión para ejecutar su idea de reunir al fútbol regional y fundar la Confederación Sudamericana. Esta finalmente se creó el 9 de julio de 1916 en Buenos Aires y fue la primera agrupación de federaciones nacionales fundada, casi 40 años antes que las siguientes en conformarse. La creación de la Confederación Sudamericana impulsó a las demás asociaciones del área; la Confederación Brasileña de Deportes, la Federación Chilena de Fútbol, la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Asociación del Fútbol Argentino estaban afiliadas a FIFA y por ello decidieron dar el puntapié inicial en Buenos Aires, en 1916, aprovechando que los argentinos estaban cumpliendo el primer centenario de su independencia. Ese primer campeonato, donde jugaron cuatro selecciones nacionales, fue conquistado por Uruguay.
Así comenzó la disputa de los Campeonatos Sudamericanos de Fútbol (hoy Copa América) con su larga historia de competencias de selecciones, que en el presente año tendrá nuevamente el torneo en Brasil, con la participación de los 10 miembros de CONMEBOL y 2 invitados: Catar y Japón.
A lo largo de las 45 ediciones del evento más antiguo de selecciones han pasado grandes futbolistas que han hecho historia y por ello mencionaremos a aquellos que han tenido el papel más relevante para sus países.
ISABELINO GRADÍN – Uruguay
Futbolista uruguayo de raza negra que se destacaba en Peñarol jugando como extremo izquierdo durante seis temporadas y que fue Campeón Sudamericano en dos oportunidades, en 1916 y 1917. Con los aurinegros conquistó dos Campeonatos Uruguayos, al jugar 212 partidos en donde conquistó 101 goles. Con la selección celeste disputó 24 partidos entre 1915 y 1927 y anotó 10 goles.
Zurdo, muy hábil y con una gran velocidad, se lucía también en las pistas de atletismo. Entre sus otros logros fue un destacado atleta que compitió en los 200, 400 metros y la posta 4 x 100, para ganar 8 medallas de oro y 1 de bronce en los eventos internacionales de atletismo. Gradín era un superdotado futbolísticamente, que unía su rapidez a un potente disparo desde fuera del área para sorprender a más de un arquero en su brillante carrera. Con tres goles en el primer torneo de 1916 se consagró como máximo anotador. Junto a Juan Delgado fueron los primeros futbolistas uruguayos de raza negra que participaron en los torneos sudamericanos.
ARTHUR FRIEDENREICH – Brasil
Futbolista brasileño apodado “El Tigre”; hijo de un alemán y una brasileña fue goleador en 9 oportunidades del Torneo Paulista. El mulato de ojos verdes y con un toque de pelota magistral participó en 22 encuentros con su selección donde convirtió 10 goles y ganó el Sudamericano de 1919 disputado en Brasil. Jugó 4 torneos sudamericanos: 1916, cuando los brasileños empataron con argentinos y chilenos aunque perdieron con Uruguay que a la postre fue el primer campéon; también 1919 donde logró el título; 1922 y 1925. Era un potente delantero ambidiestro con mucha habilidad que se retiró en Flamengo cuando tenía 42 años. Junto con Pelé son los futbolistas con mayor cantidad de goles convertidos en el fútbol brasileño, aunque los récords de Friedenreich aparecen incompletos y no han sido reconocidos por FIFA.
No participó del Mundial de 1930 por estar lesionado y cinco años más tarde se despidió de la selección al jugar un encuentro ante River Plate. Fue un gran admirador de Domingos Da Guía y en su equipo ideal de Brasil alineaba a Djalma Santos, Nilton Santos y Tim.
JOSÉ PIENDIBENE – Uruguay
Apodado “El Maestro”, era un virtuoso futbolista uruguayo que jugaba en Peñarol. Fue para muchos uno de los más grandes de la era amateur (1900 a 1932). Se destacó por la gran facilidad que tenía para habilitar a sus compañeros, siendo uno de los más respetados en las canchas uruguayas también por sus ocasionales rivales.
Entre sus grandes goles se encuentra el que convirtió al arquero Ricardo Zamora, apodado “El Divino”, del Deportivo Espanyol que estaba de gira en 1926 en el Parque Central cuando Piendibene tenía 35 años y estaba próximo a su retiro.
En 506 partidos anotó 253 goles con Peñarol con cinco títulos de campeón, mientras que con la celeste disputó 40 partidos donde conquistó 20 goles.
Fue el futbolista que convirtió más goles en los clásicos rioplatenses entre Uruguay y Argentina con 17 conquistas.
El 2 de julio de 1916, en Buenos Aires, anotó el primer gol de los Campeonatos Sudamericanos en donde fue campeón en tres ocasiones: 1916, 1917 y 1920.
Piendibene se despidió de la selección celeste en noviembre de 1923, en un amistoso ante Chile en Montevideo, y lo hizo con el gol definitivo para el 2 a 1.
JULIO LIBONATTI – Argentina
Fue la gran estrella de Newell’s Old Boys de Rosario, Argentina y el primer futbolista sudamericano en ser transferido a Italia, en 1925, para jugar en el Torino.
Sus grandes actuaciones lo llevaron a integrar la Selección Italiana en 18 partidos internacionales, en donde anotó en 15 ocasiones. Con la Selección Argentina disputó 15 encuentros y anotó 8 goles en los 3 Sudamericanos que jugó: 1920, 1921 y 1922.
Se inició en Belgrano y luego pasó por Central, pero su debut con la casaca de Newell’s fue a los 16 años, donde jugó a lo largo de 8 temporadas.
En 1921, en la vieja cancha de Sportivo Barracas en Buenos Aires, se consagró campeón y goleador del Sudamericano, habiendo anotado el gol en la final ante Uruguay. Libonatti disputó los 3 encuentros y marcó 3 tantos contra Brasil, Paraguay y Uruguay, convirtiéndose en el goleador del torneo.
De físico pequeño, pero muy rápido para sacar el remate, el rosarino tenía un gran control de la pelota. En 1925 visitó la ciudad argentina Enrico Maroni, el presidente del Torino, quien se entusiasmó con su juego al verlo en un partido ante Tiro Federal, donde Libonatti convirtió un doblete y le ofreció jugar en Europa. El rosarino aceptó la oferta y dejó a Newell’s luego de 141 partidos jugados y de haber convertido 78 goles. El 28 de octubre de 1926, en un amistoso con Checoslovaquia, se convirtió en el primer futbolista extranjero que jugó para la Selección Italiana. Su carrera en la azzurra se extendió hasta 1931.
ÁNGEL ROMANO – Uruguay
Destacado futbolista uruguayo que se destacó por haber ganado 6 Campeonatos Sudamericanos.
Debutó en el primer equipo de Nacional de Montevideo el 11 de setiembre de 1910 contra Central con victoria por 4 a 1 y convirtió 3 goles. Luego de un breve pasaje por el CURCC llegó a Buenos Aires para defender a Boca Juniors. Fue una de las primeras transferencias internacionales de la época en Sudamérica, cuando cruzó a la vecina orilla en 1913 y fue ídolo de los boquenses. Era un extremo izquierdo excepcional, capaz de ser un magnífico organizador, con marca y gran velocidad para gambetear y ser un implacable definidor. En 1915 retornó a Nacional donde jugó la cantidad de 388 partidos en los que convirtió 164 goles, hasta que se retiró en 1930.
Debutó en la Selección Uruguaya el 15 de agosto de 1911 en un amistoso ante Argentina y disputó 11 partidos entre ese año y el siguiente. Mientras juega en Boca (1913-1914) participó de la Selección Argentina de fútbol en algunos partidos. A su regreso a Nacional (1915) vuelve a jugar con la Selección Uruguaya, con la que estaría hasta 1927.
Participó en 9 Copas América (16, 17, 19, 20, 21, 22, 23, 24 y 26), de las cuales ganó 6 (contamos aquí la copa de 1923, cuando no jugó ningún partido pero integró el plantel campeón). Es el jugador que disputó mayor cantidad de partidos con la selección en Sudamericanos: 23. Fue goleador de los certamenes continentales de 1917 y 1920 (en esta última compartido con su compatriota José Pérez). En total, convirtió en estos torneos 12 goles, siendo el tercer goleador de Uruguay en la historia de esta competencia (junto a Roberto Porta), décimo a nivel general.
Participó de la selección campeona de los Juegos Olímpicos de 1924, en París, habiendo sido titular en los 5 encuentros.
Su último partido con la selección fue en julio de 1927, en un encuentro amistoso ante Argentina. Defendió la camiseta uruguaya en 69 partidos y convirtió 28 goles, siendo el cuarto goleador en la historia de la celeste.
VICENTE DE LA MATA – Argentina
De la Mata nació en Rosario, en 1918 y debutó oficialmente en 1935, a los 17 años, en la liga rosarina. A los 18 años, recomendado por Gabino Sosa, lo convocaron para jugar con la Selección un Sudamericano que comenzó en diciembre y terminó en enero de 1937. De la Mata debutó en el tercer partido, un 1 a 0 ante Perú junto a un consagrado delantero como Antonio Sastre. Jugó 45 minutos contra Uruguay y no volvió hasta el sexto partido, la final contra Brasil, en cancha de San Lorenzo. El partido iba 0 a 0 cuando, a los 84 minutos, ingresó De la Mata, que en tiempo suplementario hizo dos goles y le dio el título a la albiceleste. Al finalizar dicho torneo fue adquirido por Independiente donde se convirtió en un ídolo y formó un fabuloso tridente con el paraguayo Arsenio Erico y Antonio Sastre.
Gracias a los pases de gol de De la Mata, el paraguayo Erico fue máximo artillero del campeonato argentino en tres ediciones consecutivas.
Era muy rápido; con su gran dribbling y amagues dejaba a sus rivales por el camino antes de colocar sus remate bien dirigidos para vencer a los guardametas. En los rojos de Avellaneda fue un ídolo que jugó 362 partidos en 14 temporadas, donde marcó 152 goles.
Siguió su carrera en Newell’s, donde jugó 23 partidos y marcó un gol entre 1951 y 1952. En la Selección Argentina totalizó 13 partidos, 6 goles, y ganó 3 Sudamericanos.
En 1955, a los 37 años, colgó definitivamente los botines. Después fue director técnico de Central Córdoba, de Deportivo Morón y de Dock Sud, y trabajó en las divisiones inferiores de Independiente. Su hermano Francisco también se había destacado en las canchas: fue campeón con San Lorenzo en 1946.
ZIZINHO – THOMAZ SOARES DA SILVA – Brasil
Aunque el brasileño Zizinho nunca fue máximo goleador, su consistencia fue lo que le permitió estar en la cima de la tabla histórica de la actual Copa América, ya que solo en una ocasión fue campeón con Brasil: en 1949, aprovechando que fue el país sede. Jugaba de entreala derecho y participó del plantel de la Copa del Mundo de 1950, disputada en Brasil, en donde integró la delantera con Friaca, Ademir, Jair y Chico que fue vicecampeona detrás de Uruguay.
Se inició en Flamengo en 1939 y estuvo allí hasta 1950, donde ganó su primer tricampeonato estatal y el Campeonato Carioca. Finalizado el Mundial de 1950 fue transferido a Bangú, otro equipo de Río, donde jugó hasta 1956. En 1957 tuvo un pasaje por Sao Paulo, donde conquistó el Campeonato Paulista y se retiró en el Audax Italiano de Chile, en 1962.
Su primera participación en la Copa América fue en 1942, donde solo hizo dos goles. En 1945 se hizo presente de nuevo con dos goles; ambos fueron conseguidos en el partido donde Brasil goleó 9 a 2 a Ecuador.
Su mejor campaña la vivió en 1946, ya que se hizo presente cinco veces en el marcador para terminar empatado como goleador con “Tucho” Méndez y Ángel Labruna, pero con dos menos que el uruguayo José Medina quien fue el goleador. Brasil no participó en la edición de 1947, pero regresó en 1949 para coronarse en casa. Zizinho volvió a anotar cinco goles y terminó empatado en el tercer lugar de la tabla con su compatriota Simao.
En la edición de 1953 no convirtió goles y tampoco lo hizo en 1955, ya que Brasil no participó de ese Sudamericano, pero volvió a integrar la selección que jugó en 1956 y anotó un tanto: el del triunfo sobre Perú; el gol cayó al minuto 80 y el partido terminó 2 a 1.
Muestra de su consistencia y longevidad futbolística fue que participó nuevamente en la edición de 1959 y anotó sus dos últimos goles. Por primera vez ejecutó un penal en el partido contra Ecuador y lo convirtió; fue el tercero en la goleada 7 a 1. El tanto con el que empató a “Tucho” Méndez en el primer lugar de la tabla de goleo fue enfrentando a Colombia el 24 de marzo y el partido terminó 9 a 0. Zizinho marcó el octavo gol en el minuto 85, y así su nombre pasó al libro de los récords y es ahora una leyenda. Fue internacional con la Selección Brasileña en 53 ocasiones en las que anotó 31 goles.
TEODORO FERNÁNDEZ – Perú
En 1930, Lolo, que tenía 16 anos y había llegado a Lima para continuar sus estudios, fue llevado por su hermano Arturo al equipo donde este jugaba: Universitario de Deportes. Comenzó en el equipo de reserva y un gol a Alianza Lima le sirvió para que lo colocaran en la Primera División donde jugó de manera interrumpida hasta 1953, cuando tenía 41 años de edad. En su despedida le marcó 3 goles en el Estadio Nacional a Alianza Lima. Un empedernido goleador, Lolo es quien mas veces anotó en la historia de los clásicos peruanos (29 goles) y con la Selección Peruana jugó 32 partidos y anotó 24 goles.
Defendió la camiseta de Universitario durante 23 años, donde obtuvo 6 titulos y se consagró como goleador del torneo en 7 oportunidades.
Participó en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 y en seis ediciones del Campeonato Sudamericano (1935, 37, 39, 41, 42 y 1947), siendo el tercer máximo goleador histórico con 15 conquistas.
Teodoro era poseedor de un potente remate con ambos pies, gran cabeceador y con una gran visión de juego para colocar los pases a sus compañeros. En 1939, en Lima, Perú quebró la hegemonía de los grandes y ganó el titulo de Campeón Sudamericano en condición de invicto, al ganar sus cuatro encuentros.
NORBERTO MÉNDEZ – Argentina
Norberto “Tucho” Méndez fue uno de los grandes mediocampistas de la historia del fútbol argentino. Jugó en Huracán, en Racing y en Tigre. También se destacó en la Selección y es el máximo goleador histórico de la competición continental más antigua (hizo 17 tantos, al igual que el brasileño Zizinho), un trofeo que conquistó en tres ocasiones: 1945, 1946 y 1947.
Tenía 11 años cuando un cazatalentos lo llevó a Huracán, y fue en la Sexta División de Huracán donde comenzó a dar los primeros pasos de su notable carrera futbolística.
Debutó en la Primera División en 1941 con un triunfo por 4 a 2, donde convirtió su primer gol y desde ese momento, hasta 1947, fue figura y símbolo de su querido Huracán. Luego fue transferido a Racing y resultó un jugador clave del primer tricampeón del profesionalismo (1949, 1950 y 1951). Su campaña en Racing terminó en 1954. Después estuvo dos años en Tigre y volvió a Parque de los Patricios, a Huracán, donde terminó su campaña a fines de la década del 50.
La Copa América fue su gran escenario: en 1945, en Chile, convirtió 6 goles en apenas 4 encuentros como titular. La mitad de ellos sucedieron en un partido que lo convirtió decididamente en héroe: anotó los tres tantos del 3-1 frente a Brasil, en Santiago. Fue el máximo anotador de esa edición.
En 1946, en Buenos Aires, volvió a destacarse: marcó cinco goles. Dos de ellos ocurrieron en el encuentro decisivo, también ante Brasil en el Monumental. En 1947, en Ecuador, fue parte de un equipo memorable que compartió, entre otros, con Alfredo Di Stéfano. Argentina obtuvo el tricampeonato y Tucho volvió a ser determinante en el encuentro de la consagración: convirtió dos tantos en el 3 a 1 ante Uruguay, en Guayaquil. Las tres ediciones las jugó como titular conformando tres grandes tridentes ofensivos: en 1945 con René Pontoni y Rinaldo Martino; en 1946 con Adolfo Pedernera y Ángel Labruna, y en 1947 con Alfredo Di Stéfano y José Manuel Moreno.
SERGIO ROBERTO LIVINGSTONE – Chile
Fue un futbolista chileno que se desempeñó como guardameta y que luego de su retiro se convirtió en un destacado periodista deportivo.
“El Sapo”, como lo llamaban cariñosamente, debutó con la Selección Chilena el 2 de febrero de 1941, en un encuentro disputado en el Campeonato Sudamericano ante la Selección de Ecuador, que acabó con la victoria chilena por 5 a 0.
Disputó el Mundial de 1950 en Brasil, donde fue capitán de la selección roja contra Inglaterra en el recién inaugurado Estadio de Maracaná, en Río de Janeiro. Además, participó en seis Campeonatos Sudamericanos (1941, 1942, 1945, 1947, 1949 y 1953) y posee el récord del futbolista con más partidos jugados en Copa América, con treinta y cuatro.
En una entrevista que le realizaran en Argentina, donde defendió el arco de Racing, mencionó: “Todos los arqueros atajan y todos quieren volar. La diferencia es el que juega bien. Jugar bien consiste en manejar la defensa, actuar adelantado, dominar el área y utilizar más las piernas que las manos. La agilidad depende de las piernas. Amadeo Carrizo dirigía el área, le pegaba muy bien a la pelota y fue uno de los adelantados”.