Por Fernando Ottati

The Electric State es una película de acción y aventura, ambientada en una versión futurista de los años 90, dirigida por los hermanos Russo, los mismos de las películas de Avengers: Endgame y Winter Soldier. Millie Bobby Brown (Stranger Things) interpreta a Michelle, una adolescente huérfana que vive en una sociedad donde robots conscientes que vivieron en el pasado entre la gente, ahora están recluidos y prohibidos tras una guerra contra los humanos. Una noche, Michelle recibe la visita de un misterioso robot que parece estar controlado por Christopher, el hermano menor de Michelle, a quien creía muerto. Decidida a encontrar a su hermano, Michelle emprende un viaje con el robot (que no se puede comunicar claramente), y pronto se ve obligada a unir fuerzas con Keats, interpretado por Chris Pratt (Guardianes de la Galaxia), un contrabandista que también tiene un ingenioso compañero robot, Herman, con la voz de Anthony Mackie (Captain America: Brave New World). Mientras ellos visitan la zona amurallada en el desierto, a donde fueron expulsados los robots, llamada The Electric State, Keats y Michelle encuentran un grupo de robots divertidos dirigidos por Mr. Peanut (el personaje de la compañía de maníes Planters, que cuenta con la voz de Woody Harrelson) y descubren que la desaparición de Christopher tiene componentes oscuros y siniestros.

La película cuenta un gran elenco, entre los que podemos encontrar a Stanley Tucci y Giancarlo Esposito como los villanos de turno, a Jason Alexander (Seinfeld), Ke Huy Quan (Love Hurts), y las voces de Colman Domingo y Hank Azaria, entre otros. Los efectos especiales son muy importantes en esta producción de Netflix y fueron realizados de forma sensacional por Industrial Light & Magic, aunque hay un exceso de robots en muchísimas escenas.

En definitiva, la película es un entretenimiento pasajero, tiene varias situaciones graciosas, pero existe falta de profundidad en los personajes; hay cambios en la personalidad de Michelle: al inicio es una jovencita muy agradable y amable y luego nos encontramos con una joven rebelde y malhumorada, y mientras continúa la película vemos que abandona rasgos de su personalidad de rebelde sin explicación alguna. El personaje de Keats no tiene motivaciones; solo acompaña a Michelle y hace algunas bromas con su robot Herman, que sin aparecer en cámara (hay que adivinarlo) aparece dentro de otros robots más grandes todo el tiempo. Esta película, que en momentos se hace muy larga, definitivamente no es para niños; tiene un tema fuerte, delicado y triste que es explicado con amplitud al final de este filme de ciencia ficción.

La película está basada en una novela del 2017, escrita por el autor sueco Simon Stalenhag, pero muchas personas que la leyeron consideran que esta versión difiere enormemente del libro. De todos modos, llama mucho la atención que los críticos de cine evaluaran la película con tan solo un 14% en Rotten Tomatoes. Los hermanos Russo tuvieron una buena idea al hacer la película, pero, lamentablemente, no pudieron concretar lo que sí hicieron con los exitosos filmes de Marvel.

Imágenes cortesía de ©2024 Netflix, Inc.