Todo comenzó hojeando las páginas del libro “The Florida”. ¿Y esta isla dónde está?, nos preguntamos. Una magnífica foto aérea despertó nuestra curiosidad. Una gigantesca fortaleza ubicada en una isla del Caribe llamada Dry Tortugas, en una posición estratégica: hacia el sur a 106 millas de Cuba y hacia el este a 68 millas de Key West. Hacia el norte, a solo media milla, están las aguas profundas, ideales para los buques, una de las razones de construcción de este fuerte allí, donde están las rutas navales que llevan a los puertos del golfo y de la península de Yucatán. Cancún está a 345 millas de distancia. Por ello, con varios amigos decidimos emprender el viaje hacia Key West para iniciar la aventura.
En el puerto de Key West, a las 7 de la mañana, abordamos el ferry Yankee Freedom con capacidad para 250 personas. El pasaje incluye desayuno y almuerzo, un tur guiado y la posibilidad de bucear en las verdes aguas de la isla.
La travesía es de 2 horas y cuarto para llegar a Dry Tortugas y sus 7 islotes, que fueran descubiertos por el español Ponce de León en su exploración del Caribe en 1513. También otro modo de llegar a la isla es por hidroavión.
Desde el barco antes de llegar se puede observar la impresionante construcción de ladrillos en forma de hexágono de Fort Jefferson, construida entre 1846 y 1875 para proteger la puerta de entrada de la nación para el Golfo de México. El fuerte tiene 3 pisos con más de 2000 arcos de ladrillos y en su realización se utilizaron… ¡16 millones de ladrillos! que tienen dos tonalidades, ya que fueron traídos de dos fábricas: una en Pensacola y la otra a más de 200 millas de distancia en Maine.
En 1863 se construyeron barracas dentro del fuerte, en un proyecto más grande que un campo de fútbol americano. Estas barracas eran el lugar donde vivirían los 1000 soldados que controlarían la isla, pero el proyecto nunca se completó.
Dentro del fuerte también hay un horno para calentar las balas de cañón. El objetivo de esto era lanzarlas al rojo vivo, para no solo hundir a los barcos rivales sino también para prenderles fuego. El horno fue terminado en 1863, en el 2004 se lo reconstruyó y es el último horno para calentar balas de cañón que se construyó en los Estados Unidos. La vida era muy dura en la isla y el agua potable se conseguía de la lluvia utilizando un sistema de purificación con sal, luego con filtros y finalmente la misma iba a una cisterna principal que abastecía a todo el fuerte que incluye 109 cisternas pequeñas ubicadas en el primer piso de la construcción.
Durante muchos años la fortaleza fue utilizada como prisión en la Guerra de Secesión. La historia cuenta que el prisionero más famoso fue el médico Samuel Mudd, uno de los condenados por conspirar para asesinar al presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln.
Un detalle a tener en cuenta es que la construcción del fuerte se hizo muy larga y nunca fue terminado completamente por los huracanes y un incendio de 1912 que obligó a que demolieran las barracas en 1960 por riesgo de derrumbe y hoy día solo se pueden ver sus cimientos.
El presidente Franklin Delano Roosevelt, en 1935, designó al fuerte como Monumento Nacional. En 1970 se le incluyó en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Y en 1992, Dry Tortugas y su fuerte fueron designados como Parque Nacional.
Actualmente, el fuerte inconcluso es mudo testigo de la visita de miles turistas que recorren la isla durante todo el año para observar los enormes recintos de ladrillos que han vencido al tiempo.
Alrededor de la isla hubo más de 200 buques encallados en los bancos de arena y en los arrecifes; debido a eso, para alertar a los marinos, la Naval de los Estados Unidos construyó en 1825 un faro de 70 pies que no fue suficiente y por ello en 1858 se realizó uno nuevo de 158 pies de altura con un lente Fresnel, ubicado en un islote cercano, el Loggerhead Key. Muy dañado por los huracanes, ese faro fue remplazado en 1876 por el que hoy vemos en el tercer piso del fuerte construido de hierro para evitar que lo derrumbara el fuego enemigo.
Como en todos los parques nacionales, el lugar es utilizado para acampar hasta tres noches y como no hay electricidad, las personas deben llevarse todo su abastecimiento. La capacidad es reducida y quienes lo hagan podrán realizar todas las actividades relacionadas con el mar, como nadar, bucear en el área designada y disfrutar de las puestas del sol. También se puede visitar un pequeño museo donde se encuentran varios cañones, balas de cañones, objetos de la época y también se venden recuerdos de la isla.
Dry Tortugas: una visita obligada que debe realizarse para conocer una verdadera maravilla de ladrillos.