Por el Profesor Jorge Ottati
David Ospina (Colombia) – Fue el mejor exponente que mostró una selección que quedó a deber en un torneo donde se esperaba mucho más. Ospina fue el responsable con sus increíbles atajadas frente a Argentina, en cuartos de final, de llevar el encuentro a la definición por penales. Arquero serio, de muy buenos reflejos, con una gran personalidad y condiciones para un puesto muy difícil e ingrato.
Luis Advíncula (Perú) – Se constituyó en una de las gratas revelaciones de la Copa por su despliegue físico y también por sus enormes aptitudes cuando se proyecta por la banda derecha con gran velocidad, siempre jugando el balón con mucho criterio.
Gary Medel (Chile) – Futbolista fuerte y temperamental que se adapta a jugar en varias posiciones. Su baja estatura no es inconveniente para un jugador que permanentemente anticipa, que se esfuerza al máximo y fue una de las piezas claves de Chile en la conquista del título.
João Miranda (Brasil) – Fue lo más destacado de un seleccionado brasileño de pobre nivel a lo largo del torneo. Ratificó el muy buen momento que atravesó con Atlético de Madrid y a partir de ahora lucirá los colores del Inter en Italia.
Juan Manuel Vargas (Perú) – En un puesto donde muy pocos brillaron, Vargas demostró madurez, experiencia para subir por la banda y mucha atención para ejecutar sus potentes remates, algo que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera.
Javier Mascherano (Argentina) – Otra vez volvió a mostrar toda su jerarquía para jugar en la posición defensiva que se le indique con un gran sentido de liderazgo. Mostró una gran entrega y un enorme corazón para convertirse en el gran referente que tuvo la selección albiceleste.
Egidio Arévalo Ríos (Uruguay) – Dentro del esquema defensivo que desarrollaron los celestes en sus cuatro partidos en el campeonato, Arévalo Ríos demostró todos sus recursos para la tarea de recuperación del balón en el mediocampo, incluso estando mucho más solo que antes, al ya no contar con Gargano y Pérez a sus lados.
Jorge Valdivia (Chile) – Fue el futbolista cerebral en el esquema táctico diseñado por Sampaoli. A su habilidad le añadió la cuota de regularidad y experiencia para elaborar el juego de la roja. Por sus pies pasaron los mejores momentos de fútbol que mostró Chile en la Copa.
Derlis González (Paraguay) – Una de las joyas de la nueva generación paraguaya. Habilidoso, encarador, con gran técnica para dominar el balón y muy difícil de marcar en la carrera. Fue la cuota de fútbol del seleccionado albirrojo, y cuando no estuvo en cancha se notó su ausencia.
Paolo Guerrero (Perú) – Le hace honor a su apellido con su incansable tarea dentro del área rival. Fuerte, batallador, de muy buen juego aéreo, Guerrero no da nunca por perdida una pelota y por segunda ocasión consecutiva se convirtió en el goleador de la Copa, como lo había hecho 4 años antes en Argentina.
Eduardo Vargas (Chile) – Un muy buen jugador que ya había demostrado sus condiciones anotadoras en la Copa Sudamericana. Muy inteligente, con olfato goleador y poseedor de un muy buen remate que le resolvió a Chile varios encuentros.
DT: Ricardo Gareca (Perú) – Con solo tres meses de trabajo, el técnico argentino le devolvió al futbol peruano su identidad y el buen juego con el balón. Con su conducción, Perú nuevamente se ubicó en la tercera posición del Campeonato Sudamericano e iniciará el largo camino de las Eliminatorias con este gran estímulo, para intentar regresar a los Mundiales.