Por el Profesor Jorge Ottati

– La Selección Española culminó la Eurocopa a paso de campeón en la final, disputada en la ciudad ucraniana de Kiev, redondeando su mejor partido del torneo, con posesión de pelota, profundidad, goleo y todo aquello que se le había pedido en los partidos anteriores, para conquistar un triplete histórico (Eurocopa 2008, Copa del Mundo 2010 y Eurocopa 2012). Los goles de David Silva, de cabeza a los 14 minutos del primer tiempo, y del lateral izquierdo Jordi Alba, una de las revelaciones españolas, a los 41, fueron demasiado para un rival italiano que en ningún momento apremió a los ibéricos y que se perdió en un juego intrascendente y sin rebeldía. En el complemento, España siguió jugando a voluntad ante Italia que no reaccionaba y que a los 61 minutos se quedó con diez hombres por la lesión de Thiago Motta. Italia nunca creyó en la posibilidad de derrotar a España, tal cual lo dijo su arquero Buffon antes del partido, al lamentar tener que enfrentar a “la mejor selección del mundo”. Por ello no extrañó que Fernando Torres, quien había ingresado de cambio, lograra el tercer gol y que a cuatro minutos del final Juan Mata cerrara la cuenta para un rotundo y justificado 4 a 0. El campeón tuvo muchos puntos altos en el evento continental: Iker Casillas, que solo tuvo un gol en contra, la regularidad de Xabi Alonso junto a Andrés Iniesta en la mitad de la cancha, la consolidación de una gran figura como lo fue el lateral Jordi Alba y la conducción acertada de su técnico Vicente del Bosque.

Casillas

Panini-Euro2012