Historias

Lionel Messi nació en Rosario en 1987 y demoró mucho tiempo en desarrollarse físicamente. Por ello, su primer técnico lo bautizó como “la pulga”, por la habilidad que tenía con la pelota y por cómo superaba con facilidad a niños de más edad. Jugó en las inferiores de Newell’s y a los once años fue rechazado en River Plate, a pesar de que todos reconocieron sus habilidades, por tener una enfermedad hormonal que afectaba su crecimiento y cuyo tratamiento costaba demasiado para que se hiciera cargo del mismo el club millonario. Durante un año y medio, por intermedio de la empresa en la que trabajaba su padre Jorge, recibió ayuda para solventar los gastos, pero un día se todo se complicó y Jorge habló con unos parientes que tenía en España para emigrar y trabajar allí, con la intención de reunir mayores ingresos.

A la edad de 13 años, Lionel fue a probarse a las inferiores del Barcelona, que contaban con la supervisión de Carlos Rexach y la grata impresión que causó determinó que el club catalán se ofreciera a pagar los costosos tratamientos. Luego de pasar por distintas categorías Messi debutó en primera división en noviembre del 2003, en un amistoso frente al Porto, mientras que oficialmente lo hizo en marzo del año siguiente, jugando cinco partidos de Liga.

Messi siente al Barcelona como se siente al primer equipo que uno defiende. Fue el club catalán quien le brindó apoyo en el momento en que más lo necesitaba. Allí se siente a gusto, allí están sus compañeros, allí está su casa, allí está su familia; en la ciudad de Barcelona lo tiene todo y lo protegen como su hijo predilecto. Un gran equipo de fútbol, que ha ganado todos los torneos, dirigido por un técnico joven como Pep Guardiola que lo entiende, compañeros que hacen el mayor sacrificio en la mitad de la cancha elaborando el fútbol para que sea aprovechado por Messi con la gran gama de recursos que tiene para realizar lo más difícil del fútbol: la definición. Ha ganado todos los títulos en el 2009 y ha sido elegido por FIFA como el mejor jugador del mundo. Sin embargo, todos los argentinos se preguntan: ¿Por qué Messi no juega de la misma forma en la Selección Argentina?

La respuesta es muy clara y sencilla. En Argentina todo es confusión; ya han pasado muchos jugadores y nunca se ha repetido la misma alineación, el equipo no aparece y tácticamente no juega a nada. Messi no tiene un lugar fijo y tampoco tiene con quién jugar, le faltan socios para que aparezca el fútbol. Además, quien ocupa el cargo de técnico es un brillante ex jugador, que cuando estaba en la cancha resolvía todos los problemas de sus compañeros, pero ahora desde afuera, la situación es diferente, porque el ser técnico exige estudios y preparación y él no la tiene. Enseñar es un arte y para ello hay que prepararse. Una cosa es entrenar, otra muy diferente enseñar. Y Messi, la gran estrella del fútbol argentino, se ve afectado mucho más que los demás porque está acostumbrado a un orden, a un funcionamiento, a una disciplina. Porque todos esperan sus jugadas, todos esperan sus genialidades, pero nadie juega en la selección para que él pueda lucirse.

El propio Messi ha cuestionado sus dotes de jugador con la selección al decir: “Sé que todavía no rendí con la selección, pero lo que más me mortifica es que digan que no soy argentino. Hay que seguir mejorando, creciendo como equipo y prepararnos para el Mundial. Si hacemos las cosas bien tendremos muchas opciones, porque hay muy buenos jugadores en el plantel”. Sin embargo, con su actual entrenador están en polos opuestos; son como el agua y el aceite, y el poco tacto de Maradona, con su presión, ha menguado toda la magia que tenía Lionel al mencionarle que debe ser su sucesor.

¿Qué podrá pasar en el Mundial con Argentina? Esta es una verdadera incógnita. La mayoría de los argentinos, luego de la pobre actuación tenida en la Eliminatoria, que le permitió a último momento clasificar en el cuarto lugar, no le tienen mucha confianza. Los problemas del cuerpo técnico entre Bilardo y Maradona están a la orden del día y continuarán sin resolverse.

¿Quién puede salvar a la selección? Solamente el talento individual de los futbolistas, si recuperan el nivel que los llevó a ser contratados por los mejores equipos de las distintas ligas europeas. ¿Alcanzará con esto para pelear el Mundial? La respuesta la tiene Maradona y su más importante tarea será resolver lo más rápido posible, el individualismo generalizado que tiene su plantel para poder armar un juego colectivo, ya que lamentablemente, no hay tiempo para un cambio de timón.